sábado, 11 de abril de 2015

¿Qué tan largo puede ser un momento? Hay vidas que se componen de un solo momento, muy corto o muy largo y hay aquellas, las interesantes, que se componen de múltiples momentos revueltos para formar una historia. O algo similar a ella. No, ´para ciertas personas no hay una vida sin una historia y e pasan la vida construyéndose una. Aunque hay también los que nacen con una serie de puntos alineados en desorden, con una historia que se cuenta sola. Es por eso y no por otra cosa, que a él siempre le gustó la gente bipolar: Cuando se ve lo más bueno y lo peor de la vida, se aprende a amarla de una manera desenfrenada, y con un poco de suerte, también podrían llegar a amar a alguien de la misma manera.
Cuando la conoció, lo supo al instante: No solo estaba loca, si no que disfrutaba de su locura como otros disfrutan de un verano en la playa: Se extasiaba, vivía cada segundo de ella como si, en algún momento, esta pudiese acabar.
Dio un paso hacia adelante, como esperando que por el movimiento, ella volteara la cara: Tenía el pelo castaño lacio muy corto, en capas y unos ojos grandes que miraban todo con una mezcla de alegría, inocencia y miedo. Si lo volteó a ver, él nunca lo supo, pero desde ese día, ella dedicó su mirada loca a él.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Tengo un pájaro carpintero parado en el hombro. Un día se posó ahí y desde entonces no se ha retirado; a falta de gusanos, extirpa de mi crano ideas y se las traga. No sé si eso lo haga un pájaro inteligente o tarado, no sé si lo haga sentir bien o si solo le llene el estómago. He tratado de entablar una conversación con él, pero es inutil, nunca me responde. De tantos humanos me eligió a mí. A lo  mejor porque le gustan mis ideas, a lo mejor porque no está robando nada demasiado valiuoso. Al pájaro no le interesa el color de mis pensamientos, lo he comprobado, hasta ahora aun no establece ninguna clase de patrón. Nada. Puede ser que sea un pájaro muy tonto y no se haya dado cuenta de que en realidad soy un humano y no un árbol, traté de explicarle que no era un árbol: Fui a un parque y me puse al lado de varios árboles, pero creo que ninguno fue de su agrado. No duele. No me siento menos inteligente. Es como tener un brazo de más, o una pierna, o un pancreas. No sé que haré si algún día se va.
En sueños, cuando mis pensamientos se entrelazan en colores que no logro visualizar, el pájaro se comunica conmigo.
-Soy pájara, - Me dice.
Espero no tener que esperar mucho para volver a hablar con ella.

martes, 7 de octubre de 2014

Transparente

¿Por qué será que te siento tan transparente? Es como si pudiera verme reflejada en ti. No te percibo, aunque me gustaría traspasarte, fundirme contigo cual cristal en los cuadros de Dali. Quizás si tu quisieras voltearte, si en vez de lente de telescopio quisieras ser el de un microscopio. Pero aspiras a ser aire, rozando los labios de todas, dejándonos respirarte y alimentándonos sin dejarnos mezclar contigo.
Cuando te conocía apenas te eché una mirada, de reojo; ahora quiero buscarte hasta la eternidad, quiero describirte y que me describas. Me da vértigo pensar en tí, mi mente no es digna, le ordeno a cada neurona que te saque de mi cerebro. Pero no pueden. Porque a ellas también les gustas, les gusta pensar en tí, les gusta ver tu aura y procesar cada trozo de información que, a regañadientes, les ofrezco. También a mis entrañas les gustas,han decidido adoptarte; te harán lugar entre el hígado y el bazo (Total, ¿Para qué demonios sirve el bazo?) Si no cabes, tomarán tu escencia, te comprimirán en cientos de formas diferentes.
Me gusta tu transparencia, me gustas tú. Y no importa cuantos naranjas extrovertidos sea, para mí, el hecho de siquiera pronunciar esas palabra, de pronunciar esos devastadores "Me gustas" y sentir como tu escencia cambia, como tu mirada se transforma. Quizás es porque no soy suficientemente buena, porque incluso para querete se requiere d egracia, de estilo, ¿Es que yo no te gusto? ¿Es que no te atraigo? No requiero depalabras, yo sé que si. Aunque quizás tú no y oco a poco lo vayas descubriendoQuiero que me vayas descubriendo poco a poco, quiero poder mirarte a los ojos y decirte cuanto me gustas-
No querio que caminemos con las manos enlazadas, quiero que caminemos con las almas enlazaas. No quiero que nos digamos cuanto nos queremos, quiero que aun sin palabras, no dudemos un segundo de ello.
No. No quiero nada. Solo te quiero a tí, al inalcanzable.

jueves, 2 de octubre de 2014

Lo que no quiero ser

No, No quiero ser auto rojo ni una iglesia en forma de paloma, ni un ángel usado por tisis; no quiero ser la mujer de oárpados y alma pesada ni el de espìritu cabizbajo; tampoco me da la gana mirar hacia arriba, hacia las nubes que tal vez si me gustaría ser.
No quiero mirar hacia lo que fui, a lo que soy o a lo que seré; quiero vivir sin pasado ni fututo, marcando diferencias en cientos de billones de presentes que luego se evaporarán; no quiero saber que el cielo es azul, quiero sentir y apoderarme de su azul, colar su color en los algodones pegados a él. Odio utilizar las palabrasque alguien estableció previo a mí, odio tener que decir que el señor de camisa azul posee una mirada cabizbaja; prefiero decir que él se derrite por los ojosy un humo negro, casi transparente, ilumina su volumen cubierto por mentiras azules. A mí, el señor de la camisa azul no me dice nada. Todos los hombres podrían llevar camisa azul.
Aunque me gusta, no quiero ser una "S" como ella, que podría cambiar de forma y estirarse y escurrirse hasta ser una "O". Definitivamente no quiero ser una "O".
No quiero ser una ventana por la que entre y salga aire, quiero almacenarlotodo para mí, quiero que todos los aires lleven parte de mi ventana siempre como sello de sistinciòn; que ya sea que se enorgullezcan o que lo coulten, jamás puedan deshacerse de ese pequño pedazo de ventana que yo les otorgué.
No quiero ser un beso de buenas noches, que se repetirá día a día hasta la eternidad, que se da más por costumbre que por sentimiento; no quiero huir del amor, aunque tampoco quiero que él huya de mío que me persiga. Quiero encontrarme con él en las calles empedradas, en los cafés, en las entrañas de una ciudad llena de cosas que no me apetece ser.
No quiero ser yo, no quiero ser nadie, quiero cambiar día a día, de dirección, de sentido, de magnitud... No repetirme jamás. Quiero poder usar día tras día el mismo vestido sin llegar a gastarlo pero nunca, jamás en la vida, los mismos colores en mi alma, entre todos mis entresijos. Antes querepetir los colores de mi alma. prefiero morir.

sábado, 13 de septiembre de 2014

El mundo de pinturas

Después de todo, sigo viendo lo mismo: Una calle larga de empedrado perfecto con casas de humo y madera que apestan a carbón. En ellas viven varios individuos trazados burdamente a carboncillo; el padre de familia, con sombrero de ala ancha que permanece con él incluso en la intimidad del lecho repleto de termitas; la madre, de chongo alto, vestidos escotados y labios voluminosos, los dos hijos regordetes el mayo cuyo futuro nunca se sabrá, oculto en un peinado de hongo y un par de luminosas mejillas sonrosadas con tinta china, la niña, toda ella educada y pulcra, siempre amarrada en una trenza ceniza que resaltas sus pequeños pedazos de cielo. Ella crecerá y será una joven dama perfecta y pulcra hasta el día en que muera, asesinada, en un segundo plano del crimen cuya fama hará famoso a algún detective.
A lo lejos, por la senda de la calle, se distingue un farol. A cada paso que doy, su luz sepia se aleja de mí, cual si su luminosidad no pudiese estar cerca de mí, cual si al momento de ser yo iluminada por el farol todo fuese a desaparecer, formando una mancha deforme e incolora de acuarelas, carboncillo, vinílico y tinta china.
Y de pronto estás tú, con tu sombrero de hongo pintado con oleo poco diluido, trazado a lápiz y fino carboncillo, tan difuso y a la vez tan tangible; corro hacia ti, el alma saliéndoseme por los labios en forma de suspiros que se evaporan antes de que los sientas, mojando mis perfectas zapatillas en el agua que se utilizó para cambiar el color de las acuarelas, extendiendo mis brazos sin saber muy bien a donde me dirijo, sintiendo como la brisa me impulsa, casi me levanta… siento la corriente de aire pasar por mis sienes, en la espalda, miles de explosiones en el estómago. Cuando llego a ti salto a tus brazos y tú, que no me esperabas, caes al piso con un reflejo de sorpresa en tus ojos de pastel. Tus colores se difuminan, tu humo se evapora.
Te marchas.

Tomo tu rostro entre mis manos. Aun llevas tu sombrero, lo aparto y acerco mi boca a tu cuello; jamás me había sentido así, tan viva, con la pasión desbordando en diminutas gotas de sudor y agua de lluvia. Clavo mis sientes en tu cuello hasta hacerte sangrar. Pruebo el intenso fluido. Es amargo. Sabe mucho a hierro, se mezcla con el agua y no resisto el impulso de tomármela, de mojarme en ella, de oler como tu aroma a perfume caro, ese que me encanta, y el de la sangre se mezclan. Siento que jamás me habías atraído bien, recargo mi cabeza en tu pecho y siento como vas desapareciendo poco a poco bajo a mí, como tu cuerpo se disuelve y los colores se evaporan en un empedrado apenas iluminado. Te veo bajar por el suelo en estado líquido,  lloro, mis lágrimas queman cual ácido en mis mejillas. Nunca llegan al suelo. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

El monstruo plateado



El espejo te miente; te retuerce, sus entrañas de cristal se ríen mientras las tuyas se retuercen dentro de tu cuerpo. En tu demencia, lo vez enorme, amenazador, como un mounstruo de más de dos metros de altura, de tez plateada y brillosa, con ojos inexistentes que lo observan todo, que te observan a tí: la pequeña que no puede ni devolverle la mirada. ¿Cuando comenzó todo aquello? Quizá dentro de tí, quizá fuera, quizá se introdujo en tí como un virus. Ahora, con los huesos y el corazón de fuera te cuesta discernir entre lo cierto  y lo incierto. ¿Desde cuando las cosas dejaron de tener sentido? Ahora la lluvia es solo lluvia: gotas transparentes que caen lentamente sobre el cristal, gotas de un compuesto químico que se precipita debido a un fenómeno físico. Las gotas ya no son el llanto del cielo, son solo gotas.
Y es que contigo, las cosas dejan de tener sentido cuando comienzan a adquirirlo. Un árbol ya no es un buen árbol si no se le puede apreciar, si no se puede sentir su escencia, fundirse con él, meterte en la corteza sin moverte de lugar, sentir sus hojas convertirse en tus hojas y, poco a poco, lamentar que las raices te enganchen al suelo. Para entonces ya eres aire, liegro, arrastrando contigo a las basuras. Y ya eres las lasuras. Porque ya lo eres todo y ese todo deja de serlo.
Pero el espejo se lo ha tragado todo con su reflejo, ha robado la escencia de las cosas, te ha robado a tí, a tu espíritu. Ha terminado por deborarlo con su calma platinada, con esa inmovilidad que te desespera aun más, con su intangibilidad en la que ya se presiente la ironía, en la que puedes escucharlo reirse de tí y de todos. Y entonces su transparencia se convierte en la tuya y ya no existes más. Te ha matado.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Las furcias: 
 
Te he sentido tantas veces; he sentido como el mismo aire que rosa mi boca se pasa suavemente por la tuya, mientras estamos a centímetros el uno del otro. He penetrado en tí, en el par de ventanas en las que te empeñas en poner cortinas que siempre quito, con delicadeza. He escuchado tus suspirs, los he sentido, los he amado y odiado como los míos propios, los he anhelado. He también hablado contigo sin tener que formular palabra, con un mirar para el que no se requieren ojos, con ese sexto sentido que ni tù ni yo hemos llegado a comprender.
¿Qué esperan ellas? Furcias de ventanas tras las cuales no hay nada, furcias que el aire rehuye, furcias que solo saben expresarse a medias por medio de las palabras. Pero tú las sigues amando, sigues idolatrando sus simpleza, su entereza, su seguridad; ¿Cuantas veces no te has preguntado si vivimos en la misma realidad? Cuestionando si ellas se cuestionan, si sienten, si aman de verdad.
Tantas veces me has dicho que tu objetivo en la vida no es la felicidad: es el amor. ¿Qué buscas tú amandolas a ellas? O será que no buscas, que por una vez en tu vida has decidido dejar de buscar para concentrarta en encontrar lo intangible. Quizá, a fuerza de repetírtelo, has entendido finalmente que quien busca no encuentra, que no importa cuantos caminos recorras, el único que te llevará a algún lado es el que tomes con ojos cerrados, oídos sordos y falta de tacto, aunque con los sentidos ampliados tanto como puedas.
No sé si alguna vez me has amado. No me interesa. No quiero ser para tí algo material, quiero serlo todo y no ser nada, quiero ser un anhelo. Pero eso tú ya lo sabes.